Euroliga 2023-2024

Madrid, 7 de noviembre de 2023

José María Cañas, losojosdeltigre.com

Tras una semana sin poder competir en la Euroliga por el aplazamiento del partido ante el Maccabi por el conflicto entre Israel y Palestina, el Madrid va a volver a la máxima competición continental para medirse a uno de los equipos que, aprovechándose de la suspensión del partido, le ha igualado al frente de la tabla: la Virtus de Bolonia de Luca Banchi.

Los italianos y los madridistas, son, junto a Barcelona, Fenerbahçe y Valencia, los equipos que llevan cinco triunfos en lo que llevamos de competición, por lo que el equipo italiano se presenta en el Palacio de Deportes con la firma intención de asaltar el primer puesto y conventirse en el primer equipo capaz de derrotar a los blancos, algo que ya lograron la temporada pasada cuando los italianos se llevaron el choque e, incluso, llegaron a ir dominando el partido por hasta 15 puntos.

Esta experiencia debería servirle de aviso al equipo madridista quien, pese a su inmaculada racha, parece haber bajado su excelso nivel en los últimos partidos en los que está empezando a sufrir por sus errores desde el triple.

Madrid, 10 de noviembre de 2023

José María Cañas /losojosdeltigre.com

Corría el año 2013 cuando la prensa deportiva empezó a referirse a ir al Palacio de Deportes como ir al Parque de atracciones de Madrid gracias a lo divertido que suponía ir a ver a un equipo que no solo ganaba sin parar, sino que daba un espectáculo tremendo. Pese a que aquella temporada tuvo un final de infausto recuerdo (derrota en la final de la Euroliga ante Maccabi y en liga ante el Barça), todo el mundo la sigue recordando con una mezcla de cariño y rabia por espectáculo continuo que ofrecía aquel equipo. Pues bien, diez años después, el Real Madrid de Chus Mateo no solo parece seguir por la senda de victorias de aquel Madrid de Pablo Laso, sino que esta noche ante la Virtus ha emulado también alguno de los mejores partidos, en cuanto a juego, de aquel equipo.

El conjunto italiano llegaba a Madrid con la vitola de colíder de la competición con el mismo número de victorias que ls blancos (aunque estos con un partido menos) y no tardó en demostrar porqué. Con un juego muy fluído y colectivo el equipo de Luca Banchi lograba golpear una y otra vez a un equipo blanco que, eso sí, no tardaba en devolver los golpes uno a uno convirtiendo el primer cuarto en una lucha de poder a poder. La Virtus llegaría a dominar por hasta 6 puntos el choque, pero el Madrid lograba reaccionar y hacerse con el control del marcador, pero un 2+1 de Hackett sobre la bocina ponía el punto y final a un periodo en el que los ataques habían podido, claramente, con las defensas.

El propio Hackett sería el encargado de abrir el marcador en el segundo cuarto, pero un parcial local de 10-0 culminado por el recién ingresado Campazzo daba la vuelta a la tortilla. Precisamente la entrada de Facu cambiaría por completo el partido. Hasta entonces, el Madrid estaba sobreviviendo a base de defensa pero con el reingreso a cancha del argentino todo se desató. Este triple no sería más que el avance del espectáculo que estaba por venir. Robos inesperados, asistencias imposibles, canastas espectaculares, triples tras jugadas para el recuerdo y toda la magia del universo fue la que mostraría el trío Campazzo, Deck y Tavares –gigantescamente secundados en defensa por Rudy Fernández–ante una Virtus que ssólo podía pararse a mirar. Los italianos estaban totalmente desarbolados y el público no hacía más que aplaudir a rabiar a los aartífices del mejor espectáculo de la capital. Solo el descanso pararía a un equipo blanco que había dado un zarpazo tremendo al partido (53-37).

Había miedo de que el intermedio no solo parase la inercia del Madrid, sino que la Virtus recuperase fuerzas. Sin embargo, cuando Musa y Deck (por dos veces) encadenaron 3 lanzamientos de 3 al poco de empezar la segunda parte, parecía que el Madrid iba a continuar divirtiendo a los suyos. Por desgracia, una jugada cambiaría la dinámica. Una entrada de Shengeila era señalada como falta de tiro para el georgiana y ante las tibias protestas de Deck, los colegiados le señalaron la tercera y cuarta falta personal. El argentino se iba a un banquillo en el que pronto le acompañaría su compatriota Campazzo al cometer también su tercera falta. Pese a ello lo cierto es que el Madrid seguiría aguantando el tipo y, si bien ya no fluía tanto sobre la cancha y solo un triple final de Bellinelli evitaba que la diferencia a falta de 10 minutos fuera de 20 puntos (68-51).

Sin embargo, lo cierto es que este triple de la estrella italiana pareció dar esperanzas a un conjunto boloñes que con 4 puntos consecutivos en la reanudación parecía dar vida al partido. El Madrid aguantaba desde la personal pero un par de decisiones incomprensibles de los colegiados daban la opción a la Virtus de colocarse a tan solo 11 puntos a falta de aún 7 minutos por jugar. Pero entonces el Madrid volvía a golpear. Bellinelli fallaba uno de los tres tiros libres de los que disponía (dejando la diferencia en 12) y Yabusele aparecía desde el perímetro para anotar un triple que hacía mucho daño a su rival. Poco importó que Bellinelli lo devolviese a continuación, ya que Causeur hizo lo propio en la siguiente jugada y el Madrid volvería a desatar su juego imparable.

Si en el segundo cuarto era Tavares el que se beneficiaba de la magia del Facu, en este final de partido serían tanto Poirier como Yabusele los que amartillarían el aro rival una y otra vez. La victoria estaba más que asegurada pero el Madrid no paraba y hasta 6 jugadores acabarían con dobles dígitos de anotación, una clara muestra más de que el Parque de Atracciones de Madrid ha vuelto a abrir sus puertas.