Tras su título en la EuroCup 2024-25, donde se impuso al Gran Canaria en la final, el Hapoel de Tel-Aviv obtuvo el billete directo para jugar por primera vez una temporada completa en Euroliga, provocando de esta forma que, por primera vez, vaya a haber dos equipos israelíes en la máxima competición continental..

El paso adelante de Hapoel no es solo una cuestión de presencia, sino de ambición. El club ha reforzado la plantilla con pesos pesados del baloncesto continental: jugadores como Vasilije Micic, quien regresa desde la NBA y tiene el sueldo más elevado de la competición, o Daniel Oturu y Elijah Bryant, procedentes del Anadolu Efes, elevan considerablemente las expectativas sobre lo que puede hacer el equipo bajo las órdenes de Dimitrios Itoudis.

Sin embargo, el Hapoel tendrá un debut muy complicado en esta Euroliga. Y es que más allá de lo complicado que es ya de por sí jugar por primera vez la Euroliga, los israelíes tendrá que superar el hándicap de, al igual que el Maccabi, no poder jugar en casa sus partidos y finalmente tenerlo que hacer nada menos que a 2.400 km de su hogar, concretamente en Sofía. Un obstáculo importante que veremos si los de Itoudis son capaces de superar.