El "enano" que apunta alto

Luka Doncic es una de esas rara avis que muy de vez en cuando sale en el mundo del baloncesto. Uno de esos extraños especímenes que desde muy pequeños ya se sabe que, salvo lesión, van a llegar a la élite y que parecen destinados a acabar marcando una época en el deporte de la canasta.

La llegada de Doncic hace tres años a la disciplina del club blanco, cambió completamente la concepción de la cantera blanca con respecto a sus propias posibilidades. Su impresionante exhibición en la Minicopa de Vitoria le daría conocer al mundo y, lo que es más importante, haría que la cantera empezara a creer que sí, que los de blanco también la saben meter desde pequeños.

Desde entonces Doncic no pararía y de sumar nuevos títulos para la Fábrica madridista: Doncic conquistaría otra Minicopa, tres campeonatos de España, dos torneos de Hospitalet, un Euroliga Junior... Un palmarés impresionante para un chaval que apenas tenía 16 años cuando logró debutar con el primer equipo (convirtiéndose, de esta forma, en el canterano blanco más joven en jugar con el primer equipo) y acabar formando parte de la histórica plantilla del repoker por lo que ya contaría con una Liga ACB en su palmarés con apenas 16 años.

Al año siguiente se asentaría en la primera plantilla sumando unos 10 minutos de media por partido yantes de cumplir mayoría de edad ya casi había hecho olvidar a todo un MVP de la Euroliga como Sergio Rodríguez y se había convertido en en una pieza clave para el equipo.

Pero sería en su último año cuando la rompiera totalmente. La grave lesión de Sergio Llull le hizo crecer de forma inmediata y no tardaría en hacerse el líder del equipo en un año en el que los blancos no sólo se alzarían con su Décima Euroliga y su 34ª Liga sino que Luka lograría el MVP de la fase regular de la Liga y de la Euroliga, además del de la Final Four.

Tras un año tan espectacular y aún sin cumplir los 20, el único destino posible para Doncic era la NBA, donde ha seguido haciendo historia.