El expreso de Mahón

Sergio Llull desembarcó en Madrid antes de los Playoffs 2007. Joan Plaza -por entonces técnico blanco- le sacó del ostracismo que vivía en Manresa debido a su juventud para convertirle enseguida en una de las mayores promesas del baloncesto español. En apenas temporada y media el jugador de Mahón se covirtió en toda una referencia ofensiva para el conjunto madridista revelándose como el relevo más que de garantías de dos cracks como Raül López o Louis Bullock.

Y es que el crack de Mahón es un jugador polivalente y ha sido usado indistintamente por sus entrenadores tanto en el puesto de base como en el de escolta. De hecho, su polivalencia y su gran fortaleza física (es un gran matador pese a medir sólo 1,90, además de ser uno de los mejores contragolpeadores del baloncesto europeo) hacen de Sergio Llull la mejor apuesta del Real Madrid en la última década.

Pero si algo caracteriza a Sergio Llull es su caracter ganador. Aguerrido como pocos, Llull nunca elude un enfrentamiento ni se atemoriza ante ningún rival por muy alto que sea, lo que provocó desde el primer momento una unión con la afición que dura hasta nuestros días.