En esa temporada 1993-1994 el Real Madrid llegó a la final de la Liga ACB y la peña decidió viajar a Barcelona para el tercer encuentro además de preparar otro en caso de un cuarto. Sin embargo, no fue necesario porque el Real Madrid se proclamó campeón en este tercer choque disputado en la Ciudad Condal, tras haber obtenido el triunfo en los dos de Madrid, y se proclamaría Campeón de Liga.
Éste fue el primer título de Liga que vivían Los Ojos del Tigre 'in situ' por lo que muchos miembros de AMBLOT que no habían viajado se congregaron en la Cibeles tras el partido, y se puede decir con rotundidad, que fueron los últimos aficionados madridistas (tanto de fútbol como de baloncesto) que pudieron bañarse en las aguas de la diosa, pues a partir de entonces, el Ayuntamiento de Madrid, tomó cartas en el asunto, y prohibió las celebraciones dentro de la fuente.
Pero la alegría por el triunfo daría paso al luto ya que en Agosto de ese mismó año, fallecería Mariano Jacquotot, Vicepresidente y encargado de la Sección de baloncesto del Real Madrid lo que fue todo un golpe para la asociación debido a su cercanía con el aficionado y su buenhacer en el baloncesto madridista. Varios miembros de la Junta Directiva que estaban de vacaciones en Lloret de Mar, dispusieron el envío de una corona de flores al Tanatorio, haciendo llegar a la familia del difunto, y a la Junta Directiva del Real Madrid, el pésame de parte de AMBLOT.
Medio año después de tan trágico suceso, en marzo de 1995, se organizó el mayor viaje y con mejor resultado para el Real Madrid de la historia de esta Asociación: la Final Four de Zaragoza, donde quedamos campeones de Europa. Fue sin duda uno de los mayores retos de la Junta Directiva, y que se saldó exitosamente. Se fletaron 3 autocares, que iban Nombres, y se pernoctó durante dos noches en Huesca, pues en Zaragoza no había hoteles disponibles para tantas personas juntas, y, por seguridad, se decidió trasladarse a Huesca, donde sí que había disponibilidad. La victoria en la final ante el Olympiakos es un momento que nadie podró olvidar pues significaba el reencuentro del club con 'su competición' tras quince años de sequía.
Al final de aquella temporada 94/95 el presidente de AMBLOT, Manolo García, recién reelegido, tuvo que dimitir por problemas de salud siendo sustituido por José Chavero (puesto que perdería en las siguientes elecciones). En ese momento se eligió a 'Manolo' como nuestro presidente de Honor.