Tras seis años en Carabanchel, el club decidió realizar una nueva mudanza; en esta ocasión al barrio madrileño de San Fermín. 12 años después se volvía a un pabellón de una entidad pública (en esta ocasión del Ayuntamiento) y se hacía a una casa, la Caja Mágica, prácticamente recién construida y con apenas una docena de eventos organizados.
La Caja Mágica es un polideportivo multidisciplinar en pleno barrio de San Fermín. Su capacidad (más de 12.000 espectadores) y su techo retractil lo convertían en uno de los pabellones más modernos del baloncesto español; sin embargo, este nuevo hogar no fue bien acogido por la afición y tras sola una convulsa temporada disputada en Villaverde (de las cinco firmadas), el Real Madrid comunicó que volvía al Palacio de los Deportes de la Comunidad.